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RELACIÓN AMISTOSA PARA UN ADECUADO SISTEMA DE PREVENCIÓN DE LA Y FT


 

 

El oficial de cumplimiento, el revisor fiscal y el auditor interno tienen un interés en común, velar por el adecuado funcionamiento del sistema de prevención del lavado de activos y conductas ilícitas de una empresa.

El oficial de cumplimiento vela por el adecuado funcionamiento del sistema de prevención del Lavado de Activos y Financiación del Terrorismo (LA/FT); El revisor fiscal suele elaborar reportes referentes al cumplimiento de las normas sobre el sistema de prevención del LA/FT; Y el auditor interno evalúa la efectividad y cumplimiento de las etapas y elementos del sistema. Por lo tanto, los tres comparten ese objetivo en común.

Para que exista una buena relación entre ellos, se debe cumplir con:

  1. Comunicación: El auditor interno y el revisor fiscal deben informarle al oficial de cumplimiento los resultados de sus labores de control. El revisor fiscal debe comunicar al oficial de cumplimiento, principalmente las inconsistencias y fallas detectadas. Y los auditores internos deben informar los resultados de la evaluación del sistema al oficial de cumplimiento y a la junta directiva.

Con la información recibida, el oficial de cumplimiento debe tomar acciones para mejorar el sistema de prevención de LA/FT de la empresa, si es necesario.

  1. Respeto y delimitación de funciones: Se deben respetar las funciones asignadas, por lo cual, es necesario revisar las funciones que cada uno tiene frente a la gestión del riesgo LA/FT. Adicionalmente, se debe valorar y considerar el trabajo de cada uno de los profesionales, con el fin de fortalecer el sistema.
  2. Transparencia e independencia: La información debe ser comunicada sin ser tergiversada o modificada. La transparencia está ligada con el profesionalismo. Por ello, el oficial de cumplimiento debe ser honesto con la evaluación frente a las actividades realizadas por la auditoría interna y revisoría fiscal; el oficial de cumplimiento y el auditor deben ser transparentes y abiertos con los requerimientos de las otras áreas. Las tres figuras deben ser independientes una de la otra, para garantizar que los informes entregados sean acordes a la realidad.

 

En conclusión, el oficial de cumplimiento, el revisor fiscal y el auditor interno, deben tener una relación amistosa, basada en una adecuada comunicación, en el respeto y la transparencia, para que el sistema de prevención funcione correctamente.

 

Fuente: https://www.infolaft.com/los-tres-amigos-para-prevenir-el-lavado-de-activos

 

 

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