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CUENTA DE COBRO ELECTRÓNICA

 

 


 

 

La creciente adopción de la facturación electrónica se revela como un aspecto cada vez más crucial para empresas, emprendedores y diversos negocios. Esto se evidencia mediante la expansión constante de funciones y servicios, como la nómina electrónica, Radian y el factoring, y ahora se suma un nuevo documento: la cuenta de cobro electrónica.

La resolución 167 emitida por la Dian el 30 de diciembre de 2021, y su anexo técnico para la desmaterialización del documento de soporte para aquellos no obligados a facturar, marca un hito significativo. A partir del 2 de mayo, un día después del día del trabajo, este documento debe ser generado electrónicamente.

 

¿Pero cuál es la utilidad de esta cuenta de cobro electrónica?

 

Dicho documento sirve como respaldo fiscal para el comprador de bienes y/o servicios, siendo generada no por el proveedor, sino por quien recibe el bien o servicio. En este contexto, la carga de la prueba recae en el comprador, especialmente en casos donde el vendedor carece de acceso a tecnologías para documentos electrónicos.

La cuenta de cobro electrónica encontrará múltiples usos para respaldar costos y gastos, pero su principal aplicación será en operaciones económicas que no superen ingresos brutos anuales de 3,500 UVTs, equivalentes a aproximadamente $127 millones en 2021, o $10.5 millones mensuales promedio. Este límite distingue a los “No Obligados a Facturar”, una categoría delineada en el estatuto tributario que marca la frontera entre aquellos con mayor y menor capacidad adquisitiva.

 

¿Qué aspectos importantes debemos tener en cuenta sobre la cuenta de cobro electrónica?

 

Su mayor utilidad se observará en operaciones económicas con ingresos mensuales promedio inferiores a $10.5 millones.-

Este nivel de ingresos es común en transacciones realizadas por profesionales independientes, como consultores o prestadores de servicios, así como en pequeños negocios como tiendas, heladerías y papelerías, que proveen bienes y servicios a otras empresas en lugar de a consumidores finales.

La importancia de la cuenta de cobro electrónica radica en que permite a la Dian acceder, por primera vez, a información en tiempo real sobre cuentas de cobro de numerosos profesionales independientes.

Es crucial tener en cuenta que este documento requiere incluir el RUT del proveedor del bien o servicio, lo que facilita la formalización ante la Dian. Esto demuestra la importancia del sistema de facturación electrónica, que ha logrado penetrar incluso en sectores laborales informales, fortaleciendo el control tributario y ofreciendo mayor seguridad laboral a quienes antes estaban más expuestos.

Operaciones con ingresos mensuales inferiores a $10.5 millones son comunes en profesiones liberales (contadores, abogados, consultores, electricistas, carpinteros) y en pequeños negocios. La cuenta de cobro electrónica representa un paso significativo en la formalización de estas transacciones y en la mejora del control fiscal.

Aunque aún no se conoce con certeza la cantidad de cuentas de cobro emitidas diariamente en el país, su implementación podría reflejar cifras significativas, especialmente considerando el éxito de la facturación electrónica. Es probable que muchas empresas nuevas soliciten el RUT de sus proveedores al encontrar que sus cuentas de cobro son rechazadas por la Dian debido a la falta de este requisito.

Estas razones refuerzan la idea de que la utilización de información proveniente de documentos electrónicos será un elemento clave en futuras reformas tributarias.

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